Como ya he dicho en la publicación anterior, el proceso de investigación consta de tres etapas (conceptual, empírica e interpretativa) y ahora voy a pasara a explicar un poco más detallado la primara de todas, la etapa CONCEPTUAL.
Llevar a cabo un buen proyecto de investigación depende de la capacidad que tenga el investigador para generar ideas, así como para formular las preguntas. Cuando vamos a realizar un trabajo de este tipo debemos consultar bibliografía reciente.
Por ejemplo, si nuestro trabajo va a tratar sobre el consumo de alcohol en adolescentes, debemos recurrir a bibliografía actualizada para poder saber a qué edad comienzan a beber, qué tipo de bebidas consumen,...
Otra cosa muy interesante que podemos hacer es consultar a profesionales expertos en la materia a tratar, ya que ellos nos guiarán y nos proporcionarán ideas para una mejor investigación.
En el desarrollo de un proyecto debemos tener en cuenta una serie de puntos; plantear la pregunta con claridad, escoger el diseño adecuado, seleccionar la población correcta, calcular el número de personas necesarias (tiene que haber un mínimo de 50 personas), medir las variables correctamente, plantear las estrategias de análisis, organizar el estudio y llevar a cabo dicho estudio, interpretar los resultados para poder comunicarlos finalmente con exactitud.
Cuando hagamos un proyecto de investigación es muy importante que el tema que vayamos a tratar sea relevante en la sociedad, ya que esto le dará más importancia. Si el tema tratado resulta interesante, este tendrá más repercusión y los beneficios de nuestro estudio serán mayores. Además si el estudio que realizamos puede tener una aplicación práctica será mejor, porque podremos ver que tanto esfuerzo se está viendo recompensado en acciones.